Me encantó esta ilustración de @fede.calde.
Me trajo a la memoria un sábado muy lluvioso de un par de semanas atrás. Mi marido y yo nos cocinamos dos ricas hamburguesas (veganas), nos servimos una copita de vino y miramos una hermosa serie en la cama.
“Qué lindas son las pequeñas cosas de la vida”, le dije.
Y acto seguido, me vino a la mente una pareja que hace un tiempo vive en la calle, a dos cuadras de casa, en la entrada de una casa abandonada, con su bebito recién nacido.
¿Pequeñas cosas?
¿Una casa calentita que te protege de la lluvia?
¿Una comida rica?
¿Una copa de vino?
¿Linda compañía?
¿Pequeñas cosas?
¿Para quién?
Y me pregunté ¿Qué parte no entendiste de la vida? ☹
Y como nada pasa porque si, a los pocos días cayó en mis manos el libro «Ahora que estamos muertos» de Miguel Rubio, que cuenta la historia de las personas sin techo en Madrid. El título lo dice todo …
Y agradecí profundamente esas “pequeñas cosas” que son “inmensas”.
Y sentí la canción en mi corazón:
“Gracias a la vida que me ha dado tanto
me ha dado la risa y me ha dado el llanto
así yo distingo dicha de quebranto
los dos materiales que forman mi canto
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos que es mi propio canto”
¡Lindo martes!
Andrea
PD: La hermosa serie de la que hablo es «New Amsterdam» ¡Vale la pena!