Alguna vez nos apagamos y perdemos la fuerza para luchar y avanzar hacia lo que nos hace felices.
En esos casos nuestro gran desafío es recuperar la energía y volver a encendernos.
Tener la sabiduría de convertir las crisis en una oportunidad de crecer, de aprender, de madurar, de llegar a ser quienes estamos llamados a ser.
Es un hermoso desafío convertir cada crisis en un renacer de la vida.
¿Cómo?
- Rodeándonos de las personas que nos encienden con energía positiva.
- Riéndonos al menos una vez al día. La risa es una valiosa herramienta para recargar nuestra energía.
- Buscar cosas que nos inspiren: un libro, una película, música …
- Hacer una pausa para contactar con nosotros mismos.
- Conectarnos con la naturaleza: mirar el atardecer, sentir el viento, sentir el pasto en nuestros pies.
- Agradecer todo lo que tenemos …
Toda crisis es una invitación a cuidarnos y renacer fortalecidos. Encontré una hermosa frase que resume esto: “Me licué, me disolví, ardí, me dolió, me estaba ahogando; pero decidí emerger. Y he emergido.”
¡Lindo martes!
Un abrazo
Andrea