El otro día leí algo que me dejó pensando:
“- Mamá soy influencer, me hago fotos y las subo a internet.
– Mira esta foto de 1957. Ella es Dorothy Counts, la primera alumna negra en asistir a una escuela de blancos. Los que están detrás son sus compañeros riéndose de ella. Ella si fue influencer, vos no.”
Dorothy es uno de los tantos casos de personas que se animaron a ser distintas y dejaron su semilla para cambiar la vida de muchas otras.
La vida pasa.
Los momentos pasan.
Las personas pasan.
La forma de permanecer es dejando nuestra huella en otros: tocando almas.
No es necesario ser una Dorothy.
Podemos dejar nuestra huella simplemente con una palabra, una mirada que abraza o una presencia que contiene.
Parece poco pero es mucho ….
¡Lindo martes!
Andrea