Nada es casualidad.
Ayer me volvió a aparece este relato. Lo conocí cuando comencé a estudiar coaching. Representa uno de los temas bases y esenciales del coaching: la responsabilidad individual y colectiva.
El Covid es el incendio. Todos juntos, desde nuestro lugar, podemos contribuir a apagarlo y cuidarnos entre todos.
Nada es casualidad.
“En un gran bosque de bambú, a causa de razones desconocidas, comenzó a desatarse un enorme incendio. Las llamas eran cada vez más grandes y se llevaban todo por delante.
En medio de ese caos, un pequeño colibrí voló al río, mojó en él sus alas, y regresó al incendio agitándolas con la intención de apagar el fuego. Repitió el proceso incansablemente, yendo y viniendo una y otra vez. El fuego no parecía reducirse ni un poco.
Los otros animales, que estaban viendo lo que sucedía, le dijeron al colibrí
-Oye, ¿por qué estás haciendo eso? ¿Cómo crees que con esas gotitas de agua puedes apagar un incendio de tales dimensiones? ¡Jamás lo podrás lograr!
El colibrí, sin desanimarse, les respondió:
-El bosque me ha dado todo, tengo un inmenso amor por él. Yo nací en este bosque que me ha enseñado el valor que tiene la naturaleza. Este bosque me ha dado todo lo que soy y tengo. Este bosque es mi origen y mi hogar, por eso y aunque no lo pueda apagar, si es necesario voy a dejar mi vida intentándolo con estas gotas de agua.
Los animales se quedaron conmovidos al escuchar al colibrí, y poco a poco muchos de ellos comenzaron a sumarse a los esfuerzos del colibrí para apagar el incendio. No todos. Muchos de ellos, aunque el bosque también era su hogar, decidieron no intentarlo.
Pero a medida que más y más animales comenzaban a tirar agua a las llamas, el fuego empezó a decrecer y, finalmente, el incendio se apagó.”
PD: Y el protagonista es un colibrí 😊 Nada es casualidad.
¡Lindo martes!
Andrea