¡Hola!
¿Por qué a veces nos enojamos tanto con algunas situaciones o personas?
¿Por qué a veces reaccionamos mal sin poder elegir qué respuesta dar?
¿Tiene que ver con los otros o con nosotros?
Me pasó en estos días.
La pifié mal.
Soy coach pero muy humana (demasiado a veces jajaja).
Me enojé tanto frente a una situación que no lo ameritaba que me hizo pensar qué mensaje me estaba dando esa reacción: ¿Qué miedos no estoy pudiendo reconocer y aceptar?
Y como nada pasa por casualidad, me vino a la mente el cuento “Un bote vacío” que hace poco tiempo contó daniel.carrara.568 en su programa de radio “Vidas y Vueltas”. Pareció escrito para mi. Lo comparto:
Un monje al que le gustaba meditar en silencio, decidió un día subirse a un bote y remar hasta el centro de un lago. Allí estaría mucho más tranquilo y podría meditar mejor. Ya estaba en el centro del lago y cerró los ojos. ¡Qué paz se respiraba!
Pero de pronto, cuando estaba en la fase más profunda de sus reflexiones, algo golpeó su barca y le desconcentró. Le molestó tanto que pensó:
– En cuanto abra los ojos, se va a enterar la persona que me golpeó.
Estaba tan furioso… Sin embargo, al abrir los ojos, solo vio una barca vacía, que seguramente arrastró el viento a la deriva hacia allí. Entonces se dio cuenta de que la ira no venía del exterior, sino que residía en él.
– Cada vez que me enoje con alguien- pensó- recordaré que ese enojo está dentro de mí.
Y a vos ¿Te hace sentido?
¡Lindo Martes!
Andrea